martes, 21 de marzo de 2023

DESCUBREN EN COLOMBIA EL FÓSIL DE UNA ESPECIE DE TORTUGA DESCONOCIDA QUE VIVIÓ HACE 13 MILLONES DE AÑOS.

 Se trata del hallazgo más antiguo de una tortuga de río del que se tenga registro en Colombia. El ejemplar causa asombro por estar casi completo, y refuerza un mensaje de conservación de especies amenazadas.


En julio de 2020, científicos del Museo de Historia Natural de La Tatacoa, encabezados por el joven científico colombiano Rubén Darío Vanegas, encontraron unos fragmentos de caparazón de tortuga color café mientras realizaban una salida de campo cerca del desierto de la Tatacoa, en el departamento de Huila, Colombia.



"La tortuga estaba casi completa”, señala Rubén, quien recolectó los pedazos, tomó fotografías y los llevó al laboratorio Valerie Anders, el segundo mejor laboratorio de paleontología de Colombia. Ahí, Rubén concluyó que el museo no tenía el fósil de ninguna tortuga parecida, la cual incluso conservaba una mordida de cocodrilo en el caparazón.

Con ayuda del profesor Edwin Cadena, doctor en paleontología y director del programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario en Bogotá, el hallazgo reveló que se trataba de una nueva especie para la ciencia.



Tras dos años de trabajo conjunto, que derivó en la publicación de un artículo en la revista especializada Geodiversitas, se dio a conocer que la nueva especie fue bautizada como Podocnemis tatacoensis en honor a la familia de tortugas a la que pertenece y al desierto donde fue encontrada.

De acuerdo con la publicación, la especie habitó la zona norte de Sudamérica hace 13 millones de años, durante la época geológica llamada Mioceno Medio. De hecho, se trata del registro más antiguo en Colombia del género de la tortuga Podocnemis o tortuga del río, como se le conoce.

Este nuevo fósil es relevante pues ayuda a entender la paleofauna que habitaba la selva húmeda tropical de la zona, cuando aquel panorama estaba compuesto por superficies planas conectadas con pantanos, lagos y ríos de menor tamaño. Cabe mencionar que la cordillera de los Andes no se había formado por completo y los grandes ríos no existían.



Al margen, la peculiaridad de este fósil es que conserva ciertos huecos en el punto de unión entre el caparazón y la parte baja de la tortuga, lo que el profesor Cadena llama las "huellas dactilares” de la tortura, y que les permitieron tener certeza sobre la familia a la que pertenece.

Pero la importancia del hallazgo también tiene la labor de poner en relieve la situación crítica de las especies en peligro de extinción actualmente: seis especies de la misma familia están amenazadas en ríos como el Amazonas, el Orinoco y el Magdalena. De esta forma, un fósil de tal magnitud no solo es el camino para reconstruir la historia evolutiva, sino que también permite enviar un mensaje de conservación hacia las comunidades, detalla Cadena.

Actualmente, el fósil de la tortuga está exhibido en el Museo de Historia Natural de La Tatacoa junto a otros hallazgos dentro del mapa histórico de la fauna que habitaba el país hace millones de años.

miércoles, 1 de marzo de 2023

DECUBREN EN SUDAFRICA FÓSILES DE UN PEZ DEPREDADOR DE HACE 360 MILLONES DE AÑOS.

 Un grupo de científicos ha logrado identificar en Sudáfrica una nueva especie de enorme pez depredador que data de hace unos 360 millones de años. Los restos fueron recuperados en el transcurso de una excavación realizada Waterloo Farm, en el municipio del distrito de Cacadu, Cabo Oriental. Se cree que el animal medía casi 3 metros de largo, lo que lo convierte en un gigante de los tristichoptéridos, un grupo diverso de peces que vivieron durante el Devónico medio y tardío.


Al parecer, el ejemplar hallado se parece a la especie conocida Hyneria lindae. Estos peces, también del grupo tristichopterido, se encontraban distribuidos globalmente durante el Fameniense (la última de las dos etapas de la fauna en la época del Devónico tardío) y son una de las especies no marinas más comunes que se encuentran en lo que alguna vez fueron ecosistemas salobres. Su enorme rango de distribución demuestra la interconexión del mundo fameniense, pero el lugar exacto de la Tierra en el que aparecieron es precisamente el objeto de la investigación en curso.


Esta nueva especie de tristichopterido se recuperó en un talud al borde de la carretera en las afueras de Makhanda / Grahamstown, explican los autores de un nuevo artículo, y ahora se conserva en el Museo de Albany. Está formado por huesos dérmicos y partes del esqueleto y aletas, material suficiente para recrear la morfología craneal completa.

El espécimen se une al Mandageria como uno de los únicos peces tristichoptéridos grandes de los que ha sido posible hacer una recreación de cuerpo entero. El tamaño de sus huesos indicaba que medía alrededor de 2,7 metros de largo, lo que lo convertía en un gigante de su tipo.

El medio geológico en el que se conservaron los restos hizo que algunos detalles finos sobrevivieran al paso del tiempo, incluidas algunas escamas, pero curiosamente los dientes sobrevivieron en peores condiciones que los huesos.



La nueva especie ha sido nombrada Hyneria udlezinye y toma su último nombre del idioma isixhosa, en el que ‘udlezinye’ significa ‘el que come a otros’, refiriéndose al estilo de vida depredador de la enorme especie. IsiXhosa es la lengua indígena ampliamente hablada del sureste de Sudáfrica, donde se encontró el fósil.


El descubrimiento de Hyneria udlezinye aumenta la diversidad conocida de tristichoptéridos grandes y tardíos, y nos presenta al principal depredador no condrictio del ecosistema de Waterloo Farm", concluyeron los autores del estudio. "Sin embargo, podría decirse que su principal importancia radica en la luz que arroja sobre la biogeografía de los tristichoptéridos (y, en general, de los vertebrados) del Devónico tardío.