martes, 13 de diciembre de 2022

PLANTAS PRIMITIVAS LLAMADAS FÓSILES VIVIENTES.

 Durante largos periodos de tiempo estas plantas primitivas dominaron la Tierra, su origen puede remontarse a unos 420 millones de años atrás, mucho antes de que sobre su faz aparecieran los dinosaurios. Han vivido épocas en las que la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera era muy elevada, como diez veces más que la actual. Y lo más sorprendente de estos organismos no es su antiguo esplendor, sino que todavía sigan entre nosotros 

Tienen millones de años y evolucionaron hasta el presente como un legado de fósiles vivientes.


Algunas plantas que hoy se encuentran en viveros son de un muy antiguo linaje, de épocas donde aún correteaban dinosaurios en la Tierra.

Las Cycadales agrupan a un tipo de plantas leñosas muy primitivas, con aspecto de palmeras (aunque no tengan nada que ver con ellas, muchas veces en el jardín se eligen por este perfil). Este orden está incluido en Gimnospermas, es decir plantas con semillas expuestas, que no se forman en un ovario cerrado ni son parte de un fruto verdadero. Alberga tres familias: Cycadaceas, Stangeriaceas y Zamiaceas.


Este grupo de plantas alcanzó su punto más alto de evolución en el Mesozoico (hace unos 200 millones de años) y, desde entonces, han ido declinando sin que muestren cambios apreciables en su evolución, conociéndose fósiles del Paleozoico (hace unos 240 millones de años) que muestran características similares a los ejemplares presentes en la actualidad, por lo que se las califica como “fósiles vivientes”. Las Cícadas crecieron y prosperaron en el pasado, proporcionando sombra a los Triceratops (género de dinosaurios ceratopsianos ceratópsidos, que vivieron a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 68 y 66 millones de años). También sirvieron de percha para reptiles voladores como los pterodáctilos, y fueron un delicioso aperitivo para los brontosaurios.

Durante los periodos Triásico y Jurásico, las Cícadas tuvieron una distribución muy abundante, en amplias geografías como Polinesia, Madagascar, Japón, Sudáfrica, África tropical, Australia, lo que demuestra la distribución mundial que tuvieron en el pasado.




Tienen un tronco erecto, normalmente sin ramificar, y una corona de hojas plumosas en la parte superior. El tronco puede variar desde varios centímetros de altura hasta varios metros (de acuerdo con la edad). Todas las Cícadas son dioicas, es decir, presentan plantas masculinas y plantas femeninas separadas. Las estructuras reproductivas son conos macizos, a veces de tamaño desproporcionado, recordando un poco a las coníferas, que crecen en posición terminal sobre el tallo. Solamente las plantas femeninas de Cycas revoluta en lugar de conos poseen una estructura de hoja carpelar, que porta los óvulos en su margen.

Están incluidas en la lista de máxima prioridad de Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), que tiene como objetivo salvaguardar a las especies en peligro del comercio entre naciones.



Presentes hoy en muchos diseños minimalistas, los Equisetum representan el único género sobreviviente de un linaje que alguna vez fue grandioso. Las colas de caballo, como se les llama comúnmente, alcanzaron su punto máximo durante la Era Devónica, hace unos 350 millones de años. En ese entonces, comprendían una parte considerable de esos bosques primitivos. Gran parte de los depósitos de carbón del mundo se derivan de estas plantas. Equisetum hyemale convivió junto con el dinosaurio Edmontosaurus hace unos 84-66 millones de años

Las colas de caballo en el pasado se elevaban sobre el paisaje, alcanzando alturas de 30 metros o más. Las actuales se han reducido a plantas en general pequeñas y flacas. La mayoría de las especies tienden a frecuentar áreas húmedas, en la actualidad se los destina a bordes de estanques y lagunas en el paisaje.


Por último, los helechos del género Selaginella, junto con los Lycopodium, son las plantas vasculares más primitivas y antiguas que existen en la actualidad sobre la Tierra, pues aparecieron unos 150 millones de años antes que los dinosaurios, en pleno período Carbonífero Temprano, antes de que las masas terrestres de la Tierra se fusionaran y formaran el supercontinente Pangea. Sus antepasados evolutivos, las Lycophyta, llegaron a alcanzar el tamaño de grandes árboles con tronco y ramas leñosas cubiertas de hojas hasta la base del tallo. Vivían sobre suelos pantanosos costeros en un clima húmedo y tropical, lo que les facilitaba su reproducción por esporas. Los restos de estas extraordinarias plantas se transformaron en los mayores depósitos de carbón que hoy se utiliza como combustible. Hoy en día, pueden verse como tapizantes de sombra en sitios húmedos.






Los helechos están entre las plantas más antiguas de la Tierra, son fósiles vivientes que han sabido adaptarse a los diferentes cambios climáticos y sobreponerse a los eventos catastróficos que ha experimentado nuestro planeta.

lunes, 12 de diciembre de 2022

EL AUSTRALOTITAN, EL DINOSAURIO GIGANTE QUE HABITÓ AUSTRALIA HACE 92 MILLONES DE AÑOS.

 Un estudio científico identificó una nueva especie de saurópodo, de 25 metros de largo y 5 de altura, que pobló la Tierra hace más de 92 millones de años, como el dinosaurio más grande descubierto en Australia.

Investigadores durante las excavaciones de búsqueda de fósiles de dinosaurio en Cooper Creek, cerca de la ciudad de Eromanga (Queensland), en Australia. /AFP / ROCHELLE LAWRENCE

"El nuevo titanosaurio es el mayor dinosaurio de Australia representado por restos osteológicos y, según las comparaciones del tamaño de las extremidades, alcanzó un tamaño similar al de los titanosaurios gigantes de Sudamérica", según el estudio publicado el lunes en la revista científica 'Peer J'.

Este ejemplar, que fue bautizado como Australotitan o "el titán meridional", habitó en el nororiental estado Queensland en una época prehistórica en la que el territorio de Australia continental estaba unido a la Antártida.


Miles de kilos de huesos

Según este estudio liderado por el curador del Museo de Queensland Scott Hocknull, los primeros restos de este dinosaurio, también conocido como 'Cooper' por el riachuelo aledaño al yacimiento arqueológico donde se encontró, fueron excavados en el 2006 y el 2007 en la formación Winton una zona situada en la cuenca de Eromanga, rica en hidrocarburos y pastizales.

Hocknull y la paleontóloga Róchelle Lawrence, una de las autora de este estudio, explicaron en otro artículo publicado en la revista 'The Conversation', que tras recuperar miles de kilogramos de huesos, éstos fueron comparados con tecnología digital 3D con los de otras especies de sarurópodos australianos y de otras partes del mundo para confirmar que se trataba de una nueva especie.


92 millones de años

Los científicos también observaron que los cuatro saurópodos descubiertos hasta la fecha que poblaron Australia hace más de 92 millones de años, incluyendo al Austratitan, estaban más estrechamente emparentados con los dinosaurios de otros lugares del mundo.


Construcción 3D del fósil. Imagen a través de la red de museos de Queensland.

"Sin embargo, no pudimos situar de forma concluyente a ninguna de estas cuatro especies emparentadas en el mismo lugar y al mismo tiempo. Esto significa que podrían haber evolucionado a lo largo del tiempo para ocupar hábitats muy diferentes. Incluso es posible que nunca se hayan encontrado", anotaron los dos científicos.

También apuntaron que las especies australianas están emparentadas con los titanosaurios de Sudamérica y Asia, lo que sugiere que se dispersaron desde Sudamérica (a través de la Antártida) durante los periodos de calor global o que posiblemente se hayan desplazado por los antiguos archipiélagos insulares del Sudeste Asiático.