El desierto de la Tatacoa, reconocido como uno de los biomas más importantes y variados del planeta, fue declarado Patrimonio Geológico Mundial por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (Iugs). Esta designación se hizo oficial durante el 37º Congreso Geológico Internacional (IGC) celebrado en Busan, Corea del Sur.
De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano, “esta zona ubicada en la Tatacoa alberga dos yacimientos paleontológicos excepcionales de épocas diferentes”, informó el SGC mediante redes sociales. El desierto de la Tatacoa, específicamente en la localidad de La Venta en Villavieja, Huila, se destaca por sus registros fósiles que datan del Pleistoceno y del Mioceno Medio.
“Este último fue el que obtuvo el reconocimiento de la Iugs al evidenciar que hace 13 millones de años existió en esta latitud del territorio colombiano una selva tropical ya extinta”, señaló Marianela Vargas, geóloga del Museo Geológico Nacional José Royo y Gómez .
De acuerdo con Vargas, este sitio representa una ventana única para entender el pasado, conservando una variedad de fósiles de flora y fauna que nunca interactuaron con humanos. “Allí es posible encontrar una gran variedad y abundancia de fósiles de estos antiguos especímenes que cuentan con elementos que difícilmente se preservan en el registro fósil”, detalló la experta. Estos vestigios no solo poseen un gran valor científico, sino que también pueden ofrecer claves cruciales para enfrentar el cambio climático global.
El reconocimiento al desierto de la Tatacoa se enmarca dentro del programa Global Geosites lanzado en 2022 por la Iugs. Ese mismo año, otros dos sitios colombianos, el complejo volcánico Nevado del Ruiz (Kumanday) y el yacimiento de reptiles marinos del Cretácico inferior de Ricaurte Alto (Boyacá), también fueron seleccionados. “Para los geólogos, estos fenómenos proporcionan uno de los mejores análogos para comprender los cambios climáticos del futuro próximo y las respuestas bióticas que estos cambios podrían inducir”, afirmó Vargas a la prensa.
El desierto de la Tatacoa, con su paisaje árido y rocoso, guarda una riqueza biológica y geológica invaluable que lo convierte en un laboratorio natural. Esto ha permitido el estudio de diversas especies de mamíferos, reptiles, peces, aves, invertebrados y plantas extintas. “Los registros del óptimo climático del Mioceno (17 a 14,7 millones de años) y la transición climática del Mioceno (14,2 a 13,8 millones de años) brindan indicios sobre los posibles cambios biológicos debido a las variaciones del clima”, explicó Vargas.
El 37º Congreso Geológico Internacional destaca la importancia de conservar sitios con valor geológico y paleontológico no solo por su riqueza histórica, sino para prevenir y entender los cambios ambientales actuales. “Los vestigios que hoy se preservan de forma excepcional en este yacimiento también podrían ofrecer pistas clave para enfrentar una de las mayores preocupaciones globales de la humanidad: el cambio climático”, reiteró Vargas.
El reciente reconocimiento internacional a la Tatacoa no solo fortalece su estatus turístico, sino que subraya la necesidad de continuar investigando y preservando estos sitios para futuras generaciones. “Con la Venta, ya son tres los sitios colombianos postulados por el Servicio Geológico Colombiano que reciben el reconocimiento de la IUGS”.