Un reciente proyecto de investigación dirigido por el Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia China de Ciencias ha desenterrado un nuevo fósil de luciérnaga preservado en ámbar birmano de 100 millones de años en el valle de Hukawng, al norte de Myanmar (Birmania). Este fósil ofrece nuevos conocimientos sobre la evolución de la bioluminiscencia.
El fósil, que data del Cretácico medio, representa un nuevo género y especie de luciérnaga. El equipo de investigación, dirigido por el profesor Cai Chenyang, ha denominado a la especie Flammarionella hehaikuni . Los hallazgos se han publicado en la revista biológica Proceedings of the Royal Society B.
«Esta antigua luciérnaga presenta una característica distintiva: un conjunto de antenas alargadas con dentado triangular, dotadas de receptores sensoriales ovalados», declaró Cai al Global Times en una entrevista el lunes.
Añadió que, si bien este no es el primer fósil de luciérnaga descubierto en el Cretácico, el mayor grado de diferenciación morfológica en este espécimen sugiere la existencia de múltiples especies de luciérnagas durante ese período.
Con menos de un centímetro de longitud, este antiguo ejemplar de luciérnaga poseía largas antenas, alas transparentes y un órgano bioluminiscente cerca del extremo del abdomen, similar al de las luciérnagas actuales.
El fósil muestra claramente este órgano emisor de luz, lo que indica que las luciérnagas poseían bioluminiscencia desde el Cretácico y que este órgano se ha mantenido prácticamente estable a lo largo de la evolución.
Además, las antenas de la luciérnaga presentan receptores sensoriales elípticos, que, según el equipo de investigación, probablemente eran órganos olfativos especializados utilizados para encontrar pareja por la noche.
«Basándonos en el análisis detallado del fósil, especulamos que el órgano bioluminiscente de esta luciérnaga del Cretácico se utilizaba no solo para atraer parejas, sino también para la comunicación entre individuos», declaró Cai.
En 2021, un equipo de paleontólogos chinos, checos y británicos descubrió una luciérnaga ancestral en ámbar birmano del mismo período.
El equipo de investigación chino en aquel momento también estaba dirigido por Cai. Durante dicho estudio, se examinaron más de 20.000 piezas de ámbar, lo que condujo al descubrimiento de un ancestro macho de luciérnaga bien conservado, clasificado en la familia Cretophengodidae .
Cabe destacar que, si bien las luciérnagas actuales emiten luz desde el extremo de su abdomen, el órgano emisor de luz de este antiguo espécimen se encontraba más cerca de la parte frontal del abdomen.
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